viernes, 25 de enero de 2013

Pensamientos y acciones cristianas

El domingo pasado fui a Misa con mi mujer y vi una de esas personas pordioseras y desgraciadas, los hábitos desechos, como tantas se ven en nuestra ciudad.

Algunos miraban con curiosidad, otros cambiaban la mirada hacia otro lugar, como si tuvieran miedo de contagiarse… 

Esto me hizo pensar en las palabras de nuestro sacerdote, que siempre me decia: ‘‘Cuida a los enfermos, da de comer a los hambrientos y viste a los que ropa necesiten“

Una voz interior me incita a tocar esa pobre persona

Cubre su cuerpo con andrajos y lleva todos sus haberes en dos bolsas de plástico

Y mi voz interior continúa incitándome ‘‘Alarga la mano hacia ella y tócala“

Yo titubeo, se hace más intensiva: ‘‘¡Alarga la mano hacia ella y tócala!“

Entonces no pude resistirme y la toqué…



. . . entonces mi mujer alargó la mano y me tocó...



En fin ¡seguramente no podré asistir a las próximas misas!




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